Que las nuevas tecnologías han cambiado nuestro mundo es algo  que ya casi nadie cuestiona y que de su mano contamos con nuevos consumidores es igualmente incuestionable.

Pese a ello  muchos hoteleros siguen viendo un gasto innecesario en la necesidad de ponerse al día en todo esto e intentar hablar el mismo idioma que hablan sus consumidores.

El potencial de las redes sociales  y de los nuevos foros de opinión obligan a nuestro sector a entender un  claro mensaje : ” Estar quieto, terminará por congelarte”.

Por eso es de vital importancia intentar fomentar en los espacios del hotel o de cualquier tipo de alojamiento,  informaciones sobre   nuestros perfiles  en redes sociales o que fomenten la realización de comentarios sobre la experiencia vivida en nuestro  establecimiento.

Algunos hoteleros me preguntan como pueden hacer para competir con grandes cadenas comerciales que cuentan con redes comerciales  de cientos de personas. Mi respuesta es bien sencilla” Tus clientes son los mejores comerciales”

La experiencia de un cliente resulta mucho más limpia y creíble para un consumidor que el mejor comercial.

Si tienes 20 habitaciones y  tu ocupación media mensual es de 70 %  podrías contar con 434 comerciales. ¿ Conoces alguna cadena que tenga 434 comerciales en la calle?

Entonces ¿porque no aprovechar la oportunidad de hacer de cada cliente un  representante de tu alojamiento?

Un simple protocolo en los momentos de atención al cliente y en los que les podemos preguntar sobre su estancia , consiguen un efecto ” vinculante” algo que los   que más saben de esto denominan ” engagement”, y que consigue  que el cliente tenga la necesidad de opinar para agradecer el servicio y la experiencia vivida.

Por eso en muchas ocasiones me da mucha rabia ver que  quienes forman parte de este sector por derecho propio como hoteles rurales, casas rurales, hoteles independientes o pequeñas cadenas, limitan su potencial pensando que para llegar a hacer algo se requieren enormes cantidades de dinero  en inversión.

En la mayoría de las ocasiones se trata de rascar dentro del “coco” y aplicar muchas dosis de sentido común.

Desde Dubitatis animo a todo el mundo a que lo intente y pueda compartir sus resultados para que otros quizá más indecisos entiendan el mensaje.

😉