Esta, es la preguntíta de moda para muchos hoteleros de este país, la respuesta es  un entramado de clausulas y compromisos  en el que cada vez menos gente cree.  El que más y el que menos a estas alturas de la película,¿ no se ha planteado ya  terminar con los “Come mercado”?

Muchos colegas me dicen que es tan simple como  rescindir el contrato con el canal que les sirve precios a estos “Come mercado”  para conseguir que todo este en su sitio. ¿Por qué será que no les creo?

Sin duda  que la situación cuenta con unos principales  culpables: Nosotros mismos.

Que la situación no es sencilla de arreglar  creo es evidente. Llevamos hablando de este tema en el sector ya un tiempo y el problema  se mantiene sin que ninguna medida parezca poner cierto freno a la aparición de tarifas, descuentos y tipos de valores añadidos que ni el mismo   hotel  conoce y que aparecen en  consolidadores y paginas de medio mundo. La distribución hotelera antes era un mundo, ahora pasa por convertirse en un verdadero universo.

Ya no solo sirve saber dimensionar tu distribución en  los diferentes frentes  sino conocer la dimensión de quien te distribuye  a tí y puestos  a  entender,  crearía un algoritmo que midiera el ratio de fiabilidad  de ciertos canales en el momento de la distribución tarifaria.¡Ya quisiera Garfield ser la mitad de escurridizo que este Gato, porque nadie termina por ponerle el cascabel!

Y es que el tiempo pasa, los actores evolucionan pero el problema es el mismo que ya en 2007 el amigo César López nos contaba “contra la paridad de precios”.  En su artículo presenta una serie de preguntas o puntos de vista que ciertamente no son gratos para el hotelero pero que pueden ser reales y valorables.

Cuatro años después parece que el cliente también ha comenzado a asumir que el hotel  tiene precios variables en función de fechas,eventos, antelaciones de compra etc, pero ¿asume el hotelero las preguntas que ya se hacía César?

Con esta guerra de guerrillas  en ocasiones me  quedo dormido pensando en mi mundo el del siglo 22  y en el,de forma machacona me aparecen algunos anuncios:

  •  ¿Eres un buen viajero? El mejor precio del mercado siempre en tu web de Hotel : 100 canales distintos y un mismo hotel , no lo dudes y TRIN KA LO, que no te mareen.
  • ¿Quieres reservas con el 80% de descuento?¿ Quieres no  tener servicios en tu alojamiento? ¿Quieres ser un cliente chollo? Pues  viaja al pasado!  Ahora en pleno siglo 22, la calidad y el servicio  se premian  con un buen precio. APJ ( Asociación del precio Justo)
Pero uno termina despertándose y regresando a la realidad. La realidad es que muchas veces uno se plantea si no sería  mejor dada toda esta situación   ponerse rojo una vez en lugar de ciento amarillo. Y yo me pregunto:
¿ Por que pensar que todos los canales son iguales si no cumplen de la misma forma?
¿ Por qué permitir que canales “Come mercado” marquen un diferencial permanente sobre los precios?
¿ Por qué no cargar  precios netos en  los inventarios de los canales y  ver quién es más  “come mercado”?
Puestos a ello el cliente sería el beneficiado y como ya están acostumbrados a ver el mismo hotel a precios distintos en distintos canales ¿no?.
Quizá sea un lamento, un grito de rabia,  un que se yo… pero la verdad es que se te queda cara de  tonto cuando  haces un check de precios y ves que  siempre hay canales sin rumbo con poca lógica que ceden parte de su beneficio para ganar cuota de mercado a costa de saltarse a la torera  un compromiso en el que cada vez cree menos gente.
La intermediación que yo conozco me enseñó a creer en ella y a que el trabajo , la innovación y  el buen hacer son las razones del éxito. A conocer y tratar de entender a quienes están al otro lado ya sean clientes o agencias de viaje. Llámenme nostálgico pero saber lo que cuesta contratar un alojamiento te da otra visión  distinta a hacer una integración de  25.000 hoteles y aplicarte  un descuento lineal  del x%.
Es evidente que el ahorro de costes es  enorme pero en ese ahorro se suele perder en ocasiones la ética profesional  esa que   muchos casos ” ni esta ni se le espera”.